Cuando pensaba que las cosas no podían empeorar... Jayde había conseguido el trabajo de sus sueños, así que debería haberse limitado a disfrutar cuidando la casa del magnate Bradford Hale.
Pero no había previsto tener que mentir a sus padres para poder conservar el trabajo... y desde luego jamás habría pensado que se enamoraría de su guapísimo jefe.
Las cosas no podían ir peor... hasta que se presentó allí su familia para conocer a Brad...
¡su nuevo yerno!
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